viernes, 29 de abril de 2016

Día de la Madre.

 Cuando era pequeña, en el colegio me enseñaron que el Día de la Madre era una día distinto. Había que preparar con tiempo un regalo especial, puesto que tu Madre lo era para ti. Y, lo más importante : ¡tenías que hacerlo tú! 

 Así que cada año he intentado demostrarle a mi Madre lo que siento por ella en tela o en hilo.

 Con hilo de Tridalia del número 8 en varios colores, hice la puntilla para regalarle estas toallas. Esperaba a que se durmiera con los ovillos metidos en la cama y entonces encendía la luz. También le hice el pañito a juego para el mueble del baño.



  Otro año le regalé mi primera cremallera, rodeada por una bolsa en su color favorito : el negro. 






 Las flores preferidas de mi Madre son las margaritas. Por eso, hice una bolsa para las pinzas con muchas margaritas. En esa ocasión, me tuve que dedicar yo a la confección de la bolsa. En el interior realicé costura francesa. El revés debe quedar limpio.







 Mi Madre tiene una Divina Infantita. Esa vez el regalo sería indirecto : un pañito de bolillos para ponérselo debajo. Este pañito es el primero que hice sin tela en el centro.





 Como ya he dicho, tenían que ser margaritas, así que hice una puntilla de bolillos con esquinas, y confeccioné una toalla. Por último, bordé un ramillete de margaritas.





 En el extremo contrario a la puntilla, bordé una vainica doble junto al dobladillo.


 Empecé a probar la técnica del bordado sobre tul. Y se acercaba mayo. ¡No pude resistirme! Tenía que regalarle un tul...



 Cada año un trabajo diferente, siempre que he podido. Da igual la dificultad o el tiempo empleado, ella lo recibe y admira como si le dieran el tesoro más valioso del mundo. Los ojitos le brillan de satisfacción, de orgullo, y le sorprende igual que aquella bolsa de croché verde que yo hiciera con 11 años para meter una pastilla de jabón... Y es que, la verdad, para este Día, cualquier cosa vale, ... hasta un beso!!! 
 ¡¡¡Feliz Día, Mamá!!!  


sábado, 23 de abril de 2016

De croché.

  Pertenezco a una saga de encajeras de croché. Todas hacemos. Abuela Nati hasta nos hizo bañadores de croché, con un estilo... Como aprendí a hacer croché a la vez que aprendía a leer, me parece que cualquier cosa se puede hacer en croché. Me sorprendía que mis amigas no hicieran croché.

 Nadie hace el croché tan exacto como mi Madre. Nunca le sobran ni le faltan puntos, queda perfectamente alineado, y ni tenso ni flojo. Claro que tiene una amplia experiencia. Sus frases siempre empiezan "...dos, tres y cuatro...", y luego te dice lo que sea. El hilo se desliza entre sus dedos con ritmo hasta que tropieza con la aguja asida en elegante gesto. Seguro que conserva aquel angelito que hice con mil fallos y bien apretado. Hasta que descubrí que el Tridalia del número 5 ó del 8 no era lo mío. Me escondía con una aguja suya del 16 y con hilo de bovina hacía croché hasta que sospechaba que me echaban de menos.



 Bastante codiciados han sido los agarradores de croché de mi Madre y el paño a juego, de combinados colores. Yo también me lancé al mundo de la cocina...



 Y también he seguido a mi Madre en el mundo de los baberos, añadiendo patucos a mi repertorio.


 

  



 El punto de jazmín fue una historiaaaa. Nadie como mi abuela Josefina para hacerlo, pero para explicarlo... Era difícil cogerle el tino. Hasta que llegó mi Tía MariNaty y aquello salía a la vez que te contaba lo que ocurrió en casa hace unas décadas. Y no sabías cómo pero hacías punto de jazmín sin pensar, y lo que ocurrió en casa, ya lo sabías, pero nadie te lo había contado así!! No dejabas de escuchar porque hasta esperabas un final diferente...


  También he hecho puntillas para un juego de toallas doble para mi ajuar.



 Bolsitos, chaquetas, puntillas, camisones y batas, edredones, colchas, bolsas de labores... Mamá ha hecho de todo, y sigue!!! Y yo la sigo de cerca...



   Hasta bolsitas con bombones en nuestra comunión. Y repitió en la boda de mi hermana !!


domingo, 17 de abril de 2016

Bolsa para las pinzas.

 Todo empezó una tarde con una oportunidad única : tenía a una maestra bordadora en casa !! Con sus indicaciones y la ilusión de la juventud bordamos esta preciosa bolsa entre las dos. Ella me dio la fuerza para despegar, y ahora mi cabeza va más rápido que mis manos. Gracias, Tía MariNaty por guiarme ! Esta primera entrada está dedicada a ti.


La bolsa fue confeccionada por mi Madre.