viernes, 24 de junio de 2016

Mi traje de flamenca.

 Me gusta vestirme de gitana. Es la mejor manera de ir a la Feria. Es cuando formas parte de la fiesta. Pero no encuentro un traje con el que haya "flechazo". Así que... ¡no lo pienso más! Me lo hago yo y será entero a mi gusto.

 Los trajes oscuros se ven más por la noche, pero de día destacan entre los de más colorido. En mi caso elegí un tono verde botella, en una tela de popelín, en Galerías Madrid. Yo misma diseñé el patrón a partir de un vestido ajustado, y lo adapte a las líneas clásicas de los trajes de gitana, buscando el estilo de las bailaoras de flamenco, sobre todo en los volantes de las mangas. Aparte del corte sencillo, no quise ponerle más adornos que su propio color, y un bolsillo con cremallera, escondido en el segundo volante. 



El vestido no lleva nada, así que es el mantoncillo el único protagonista. En este caso, un brocado de seda con flores beige estampadas y hojas verde oscuro, sobre un agua a betas rosa y gris. Para los flecos utilicé hilo de viscosa en gris. El enrejado es original. Si lo tocas, ¡quieres ponértelo!







 Cuando eliges un diseño tan lineal para un vestido, no puedes acompañarlo de un mantoncillo que deje indeferente. La tela, el fleco, el enrejao... llevarán a un estilo distinto, con elegancia. No olvides escoger unos complementos llamativos, sobre todo, los pendientes.

 ¡¡¡ Ven a RUMS a descubrir los diseños de las demás !!!

 Y, si buscas algo más, hay otro RUMS que también me gusta.


viernes, 17 de junio de 2016

Camisetas infantiles.

 Si ya te los comerías sin sal ni ná, cuando van vestidos con ropita infantil, ya es que les muerdes hasta el lunar de la cara, como el que tiene mi sobrino.

 Para bajar a la playa o para la piscina, sólo necesitan el bañador y una camiseta. Podrás encontrar camisetas estupendas pero te aseguro que te gustará más que las que lleven las hayas bordado tú misma.

 En muchas tiendas hay camisetas de colores sin nada más. Sólo tienes que pensar primero qué dibujo les vas a bordar y coordinarlo con el color de la camiseta. Si tienes dudas, empieza probando con camisetas blancas.

 Busca camisetas de algodón, ya que son más adecuadas para su piel y no les provocarán irritaciones. El hilo que debes emplear ha de ser algodón de bordado. Yo siempre utilizo madejas Anchor del número 25 y de 30 m. En Pontejos en Madrid es donde he encontrado mayor variedad de colores. 


 Marca con rotulador grueso y negro los trazos de tu dibujo en un papel y sitúalo dentro de la camiseta, centrándolo en la parte delantera. Coloca la camiseta sobre una mesa de cristal, y debajo de ésta, enciende una lámpara de escritorio enfocando hacia arriba. Gracias a la luz verás tu dibujo perfectamente. 

 Sigue la silueta del dibujo con un rotulador. Puedes emplear rotulador para textil si estás segura que luego lo cubrirás con el hilo. Si lo vas a bordar en ese momento, utiliza un rotulador mágico. Se borra al aire por lo que no dejará huellas cuando acabes tu bordado. A mí me gusta el rotulador de Madeira, que tiene dos puntas de distintos tamaños.

 El bordado seguirá fielmente el dibujo si utilizas bastidor. No es necesario que tenga pie, ya que el dibujo en sí es pequeño. Las camisetas suelen estar confeccionadas en punto de algodón, que les confiere propiedad semi-elástica. Por eso, deberías forrar el bastidor o añadir un trozo de tela, siempre de algodón y de color neutro, para engrosar la camiseta e impedir que se mueva al bordarla.

 En estos bordados es mejor optar por agujas cortas, ya que las puntadas están muy próximas entre sí. Procura no hacer nudos. Una buena bordadora debe saber esconder los cabos. En la primera hebra, deja un trocito del extremo sin pasar por la tela, y ve recogiéndolo por detrás con las primeras puntadas. Las siguientes hebras las rematas por detrás antes de usarlas con el bordado ya hecho. No tires de la hebra con fuerza porque se hundirá en el punto, déjala caer tirando suavemente del hilo, hasta quedar en su sitio. Bordar es un acto de elegancia, y debe hacerse con delicadeza. 


 Debido a la elasticidad del tejido que estás bordado, el mejor punto a realizar es el punto de tallo. Sigue el trazo del dibujo siempre de forma oblicua a él, no exactamente sobre él. Así no cubrirás puntos consecutivos del tejido que oculten la hebra o deformen el resultado del dibujo. Puedes ver cómo se hace el punto de tallo en el blog de dmc.

 Cuando esté bordado tu dibujo, retira el bastidor, y plancha las marcas de éste. Si pusiste una tela, las marcas serán muy ligeras. Para planchar el dibujo colócale encima un paño de algodón. La primera plancha se hace con mucho ímpetu y así el exceso de calor no dañará el algodón del bordado.


 ¡Ya tienes tu camiseta hecha! Pónsela a tu enano favorito y... a la playa!!

 Como yo tengo sobrino y sobrina, combiné los dibujos para que fueran coordinados. Fíjate que las camisetas no son iguales, son de niño o de niña. Te enseño algunos de mis bordados:




¿Crees que gustarán en Menuda Inspiración?

viernes, 10 de junio de 2016

Ropa de verano para bebés.

 Mi hermana y yo siempre decíamos que si alguna vez teníamos una niña la vestiríamos con tela de vichy. Nosotras tuvimos algún vestido y siempre nos ha parecido que era una tela muy adecuada para niños, por su textura y colorido. Pues bien, una niña llegó a nuestras vidas... ¡¡¡ había que coser ropita de cuadros de vichy !!!

 La tela de vichy para verano es una batista muy ligera, para empezar en el mundo de la costura es bastante adecuada. Por su precio, no tendrás miedo a arriesgar, y su textura te ayudará a coserla. Busca también un patrón sencillo, que te anime a complicarte en futuras creaciones. Yo elegí este diseño que sólo tiene una pieza. Tiene amplitud, que para un bebé es deseable, porque se trata de un patrón cortado a capa. Para resaltar el biés, elegimos un estampado igualmente en vichy. A 5 cm del bajo y en el bolsillo cosemos una ondulina en blanco para que contraste. 


 En la parte posterior, lleva tres botones. Cuidado con el tamaño de los botones que todavía andamos con bebés, si son muy grandes puede que le molesten o dejen señales en su delicada piel. Fijaros que la parte inferior de la abertura queda en redondo. Es el pequeño detalle de este vestido. Cuando empiece a andar, esta curva dejará ver su coqueta ropa interior.


 Y, como el modelo es tan sencillo y rápido de hacer, ¿te animas a hacer otro en un color diferente?  ¡¡Tu princesa va a ir de cuento!!



 Y no hay princesa sin príncipe. Para el niño ideamos un pantalón de talle alto, que tape bien el pañal, y unos tirantes en cuadrado. Para la foto elegí un modelo que pasaba por allí.


 Como para estas prendas suele sobrar más tela de la que cortas, tienes la posibilidad de inventar diseños. Un rectángulo de la tela de vichy con un elástico en la cintura es una falda rápida. Y con 25 cm de batista blanca es suficiente para esta blusa, ribeteada con el biés de vichy en rosa que quedó después de hacer el vestido.


¡¡ Seguro que ahora miras a la tela de vichy de forma diferente !!

¿Qué habrán hecho las demás en Menuda Inspiración?

miércoles, 1 de junio de 2016

Bordado sobre tul.




 La historia de Europa está unida a la historia del encaje. Bruselas, Chantilly, Brujas, Camariñas o bolillos... son los más conocidos. Pero hay otros más discretos en su fama, pero no menos llamativos para los que saben apreciar el valor del conocimiento artesanal.









 Uno de ellos es el encaje de Aleçon. Este encaje se mantiene vivo gracias a la estrecha relación entre la maestra y la alumna, ya que son pocos los textos en los que se puede consultar el método de esta bella y elaborada técnica francesa, y se encuentran redactados en francés. La sencillez de sus materiales contrasta con la complicación en su desarrollo; si bien se trata de seguir con el hilo los motivos dibujados en un patrón, bordar a cordoncillo su contorno, y unirlos mediante un tul tejido a festón con el mismo hilo. Es un trabajo basado en la paciencia, virtud que se presume en una buena bordadora, ya que se avanza con extrema lentitud.

 No hay que olvidar que el encaje de Aleçon tiene su cuna en la corte italiana. Fueron bordadoras venecianas las que llegaron a Aleçon, donde ya existía tradición encajera, para enseñar su elaboración, y además no pudieron volver a su país por haber traicionado el secreto artesanal de este encaje. Sin embargo, Italia tiene otras delicadezas para impresionarnos, como el conocido Puncetto valsesiano. Este encaje de aguja es originario del valle de Valsesia, en el Piamonte. Más simple todavía en sus materiales, sólo aguja e hilo, se sigue un esquema previamente seleccionado, y se va ganando anchura conforme se confecciona. Se adivina la maestría en cada giro de aguja para conseguir siempre la misma tensión en toda la labor.

 En nuestro país, además del encaje de bolillos, podemos presumir del bordado sobre tul. También se le conoce como encaje de Granada, donde existe una antigua y popular experiencia del bordado sobre tul. La suavidad y elegancia de sus formas hace que sean trabajos admirados y deseados.

 El tul es una red de hexágonos, que gana ligereza según sea de algodón, hilo o seda, siendo este último el más brillante y suave. El punto cruzado, el punto de pasta o relleno, las bastillas, ojetes y zurcidos se entrecruzan aportando profundidad al dibujo según se concentren o dispersen, consiguiendo que la red tenga una tercera dimensión y el peso necesario para proporcionarle movimiento en el caso de prendas de vestir.

 Este bordado adorna pañitos, manteles, ropa de cama y de cuna, abanicos, mantillas y velos de novia. También se confeccionan manteletas, como las de los trajes regionales en el norte de España, llamadas bobiné, y que forman parte de la indumentaria aragonesa, concretamente, del traje de dama.


 Éste es el primer pañito que realicé bordado sobre tul. El dibujo es original y simétrico. Mide 32 x 54 cm.






 Sobre una red de algodón en color beige, bordé los motivos dibujados en el patrón empleando hilo mouliné DMC color ecru. Antes de empezar la labor, asegúrate de tener suficiente cantidad de hilo. Es preferible que sobre hilo a que falte. Si adquieres hilos en varias veces pueden existir diferencias en la coloración de cada lote que, consecuentemente, dañarían la armonía del trabajo.




 Las agujas de bordado sobre tul están provistas de una pequeña bola en el extremo que les impide engancharse en la red. Se presentan en tres longitudes, según el punto que se vaya a bordar.
 Tanto las agujas como el hilo proceden de la Mercería El Siglo, en Zaragoza, donde además puedes recibir clases para aprender a realizar esta delicada técnica.







 El patrón se prepara sobre un papel duro, como el cartón de embalar. Algunas maestras prefieren dibujarlo sobre tela. Después se fija el tul al patrón con un hilo de algodón de coser en tono parecido al del hilo con el que vas a bordar, realizando puntadas largas y en diferentes direcciones. Conforme se va bordando, el propio tul tira de sí mismo y cambia su tamaño, sobre todo, el de algodón; por eso debe estar bien sujeto al patrón y debidamente estirado. Si decides dibujar el patrón en una tela, ésta puede ser algo elástica y deformar el dibujo. 
 Comienza el bordado por los motivos de las esquinas o el contorno, para que quede delimitado y sea fiel reflejo del patrón. En el contorno del pañito, borda a punto de festón un haz de seis hebras del mismo hilo con el que estás bordando. Conseguirás realzar el interior a la vez que el pañito quedará más terminado. Cuando vayas a bordar los motivos interiores sitúa un paño limpio y de color neutro sobre el bordado ya realizado para que el roce de tus manos no estropee el hilo del bordado. Con independencia del punto con el que bordes cada motivo, resalta su contorno siguiéndolo a cadeneta, para fijar su figura.



 Al acabar de bordar, repasa bien todo el tul, por si se ha olvidado algún motivo. Si estás segura de haberlo bordado todo, gira el patrón y coloca el tul sobre una superficie de algodón. Por detrás del cartón verás las puntadas que lo unen al tul. Corta estas hebras y tira suavemente de ellas, porque alguna estará cosida al bordado.
 Coloca el tul ya separado sobre una toalla blanca y sobre él un paño de algodón, y plánchalo sin vapor. Es importante que sea una toalla o una superficie blanda porque así no se aplasta el bordado con la plancha.

 Seguro que ya estás pensando en el siguiente bordado sobre tul....
 Me presento en RUMS para enseñar mi trabajo, y en RUMS D.