viernes, 26 de mayo de 2017

Palillos de bolillos de madera (2).

 Se podría decir que son el tesoro de mi Taller de Hilos. A pesar de dedicarme a otras técnicas, el encaje de bolillos siempre ha estado muy presente, ya sea por su belleza o por su dificultad en la elaboración. Así se justifica también el intenso empeño que he puestoen aprender a hacer este delicado arte.

 En todas mis labores he partido de una premisa imprescindible: para aprender correctamente a hacer un trabajo hay que emplear buenos materiales. Mis manos y mis ojos valen mucho como para que, después de dedicarle tiempo, el trabajo muestre un mal aspecto causado por la pobreza de los materiales. Y ya que lo denomino Taller de Hilos, está claro qué detalle es el más importante para mí.
 Hay algunos elementos que pueden ser sustituidos por otros más rudimentarios, pero manejar accesorios poco adecuados puede originar malos hábitos o incluso el aprendizaje erróneo de una metodología en concreto. Si hay una imagen en la red que me impactó fue aquella que encontré en la que se estaba haciendo encaje de bolillos utilizando pinzas de la ropa... Este extremo no es necesario. Como en todas las artes, hay distintos grados de calidad en los instrumentos, acompañados de un precio. En el término medio está el buen gusto. 

 Conforme me interesaba más el encaje de bolillos iba aumentando mi interés en mejores materiales. Me atraía su belleza, sobre todo, la de las maderas nobles de los palillos de bolillos. Algunas de estas maderas, desconocidas por mí hasta entonces, consiguieron hipnotizarme lo suficiente como para adquirirlas.



 Bolillos de Bayeux en madera de Amaranto. Gallina-alfiletero realizada con la técnica de patchwork, y bolsa a juego para recoger los hilos, confeccionadas por Pepi Eleno.







Palillos de bolillos en madera de Guatembo, algunos pintados con chalk paint o pintura a a tiza por Ángeles Santigosa, coronados por un bolillo recuerdo de Camariñas.

Palillos de bolillos en madera de Bobinga, durante la realización de un encaje.


viernes, 19 de mayo de 2017

Francisco, el pianista de Hinojosa.

 Muchos años lleva Mariña Regueiro creando encajes de Hinojosa, dirigidos desde su Escuela de Encajes en Santiago de Compostela. Su labor ha culminando en la publicación de un libro llamado El Encaje de Hinojosa. Historia y Técnica, escrito en cuatro idiomas, editado en marzo de 2011 por primera vez. Probablemente, éstos sean los mismos años que tiene en su haber personal Francisco Cordero Carrión, la más joven batuta del Encaje de Hinojosa. 

 Tanto desde su canal de Youtube, llamado Patrones 2000, como desde su grupo de Facebook, Encaje de Hinojosa, la sureña voz de Francisco nos descubre cómo llegar al final de una complicada curva, en la que ni habrías pensado en entrar tú solo, con la templanza de estar viendo una película bélica sabiendo el final. Este hecho justifica las impresionantes cifras de sus videos, llegando a las casi 4.300 visitas en algunos de ellos y a más de 56.000 visualizaciones del canal en apenas tres meses.

 Desde un ángulo casi imposible, las explicaciones de Francisco son obedecidas por sus ágiles manos, modelando con sus palabras el más español de nuestros encajes. Su serenidad, transmitida en una lineal voz, nos aporta el escudo de seguridad para seguir hasta el siguiente alfiler, mientras repite incansable el motivo de su proceder a cada paso, volviendo a las primeras lecciones. 

 Sus comentarios alentadores en Facebook se mezclan con las fotos de los ejercicios de sus alumnos, que releen sus palabras, buscando resolver el cambio de guía que les permita acercarse a un trabajo bien hecho. Cada pregunta obtiene la tranquilizadora respuesta de este virtuoso pianista del bolillo, que nos recomienda seguir el método cerrado, obligado al utilizar un mundillo redondo.

 A la vez que su fervorosa audiencia, Francisco está elaborando el muestrario de encaje de Hinojosa con el que nos desvela los secretos de los más de veinte puntos con los que se realiza. En su caso, se puede apreciar un auténtico dominio de esta técnica, ya que sus curvas tienen una ejecución admirable. 

 Llegando a la mitad de los puntos más conocidos del encaje extremeño, y con dudoso éxito en algunos casos por mi parte, soy consciente del esfuerzo que está realizando este maestro, descubierto por mí hace poco. 



 Sobre la mesa de mi Taller, observo este paisaje que contrasta la elevada experiencia de Mariña junto al sorprendente conocimiento de la juventud de Francisco.



 Francisco, gracias. Esperamos tu próximo video.

sábado, 13 de mayo de 2017

Funda para la máquina de coser.

 Que me guste la costura, las telas y los hilos no es casualidad. En casa siempre ha habido mucho movimiento de estos materiales. Y el llamado "armario de la costura" era para mí como el escondite de los tesoros, que, cuando mi Madre lo abría, yo no quería que se cerrara nunca. Deseaba tocar todo lo que en él se guardaba, meticulosamente ordenado, y dejarlo siempre así, para encontrarlo en la más estricta secuencia de tamaños y colores. 
 Así, marcada desde pequeña, el tener un sitio reservado para coser era una prioridad para mí. Es el espacio de los sueños, donde duermen y se hacen realidad. Así que debe ser acogedor, limpio y confortable.
 Mi Madre lo ha tenido en cuenta aún cambiando de casa. Presidido por la máquina de coser, dibujó el boceto de un armario de madera hasta el techo, preservando su espacio de costura. Yo examinaba con detenimiento la nueva ubicación para su máquina de coser, hasta que, oh horror, decidió cubrir tan preciado tesoro con un escueto trozo de tela que hacía caer estrepitosamente la magia de aquel momento. Fue en ese instante cuando me sentí en la obligación de hacerle una funda para su máquina.




 En realidad, se trata de un proyecto muy sencillo, basado en tres rectángulos. Dos de ellos serán iguales (en adelante, A es el delantero y B es el posterior). El tercer rectángulo, de mayor longitud, servirá de unión entre los dos que son iguales (en adelante es C). El tamaño de los rectángulos dependerá de las dimensiones de la máquina de coser.









 Situar el rectángulo B con el revés hacia arriba y unirlo por los laterales y la parte superior al rectángulo C.  En tejidos con dibujo tener en cuenta que éste coincida, y hay que prestar más atención si se trata de un dibujo a rayas. Remallar y coser.






 Para redondear las esquinas, girarlas provocando dos pliegues en los rectángulos A y B, sobre el rectángulo C.













 Coser los laterales del rectángulo A y después unirlo al rectángulo C sólo por la parte superior. De esta forma, el rectángulo A se levantará completamente y dejará ver la máquina.











 Para finalizar, remallar y coser todo el bajo por igual, teniendo en cuenta la altura de la máquina.  



Así quedó la funda de la máquina de coser antes que la viera Mamá.
 ¡Era una sorpresa!
FELIZ DÍA DE LA MADRE


 Si queréis ver más labores para el Día de la Madre se publicó una entrada especial.




viernes, 5 de mayo de 2017

Traje de gitana de niña.

 La expresión de nuestras tradiciones se refleja viviéndolas cada año y, sobre todo, enseñándole a nuestros hijos que somos así, y que ellos serán los responsables de que sigamos siendo así. En Andalucía tenemos el buen genio de mantener nuestra historia con convencimiento, de permitir que nuestros sentimientos nos rebosen los ojos de emociones, y de saber ser uno solo en nuestro particular repique de palmas. Se nos llena el pecho hablando de nuestra ciudad, y es lógico que así sea. Por eso, es de lo que más hablamos cuando no dudamos en poner a prueba nuestro quejío más conocido: las sevillanas. 

 "... Impresionante, Sevilla es impresionante, Sevilla es de otra manera. El delirio, plena y arte, lo mejor de España entera".

 Y si con la Semana Santa no quedó claro, para confirmarlo, nuestra Feria de Abril. Ya es una ciudad bonita, pero imagínatela con una luz única, resaltando todos los colores y llena de alegría. Mi sobrina Ange ensalza los mismos adjetivos. No hay una sevillana más guapa y más feliz en todo el Real.



 No pocos quebraderos de cabeza me dieron esos pequeños volantes. Era el segundo traje de gitana que hacía, pero esta vez sin una prueba posible.



   

  La combinación entre telas en tono gris perla, donde predomina el estampado en lunares blancos, permite acompañar a este traje infantil de un mantoncillo de cualquier color, pero buscando aquél que centre la atención, para eliminar la sobriedad del color gris. En este caso, hemos elegido un rojo brillante para confeccionar a crochet pequeños círculos que, unidos y flecados, permitieron vestir el mantoncillo cruzado, como es habitual en la indumentaria para niñas.


 Después de unas semanas taconeando sólo por casa, disfrutando como una princesa, es mejor prevenir con unas medias finitas con lunares grises y lacitos.

¡¡Y nos vamos a la Feria!!

      
   




Y después de la Feria, nos vamos a Menuda Inspiración.